La risa es una respuesta biológica producida por el organismo como respuesta a determinados estímulos. La sonrisa se considera una forma suave y silenciosa de risa. Actualmente existen diversas interpretaciones acerca de su naturaleza.
Sigmund Freud atribuyó a las carcajadas el poder de liberar al organismo de energía negativa. Algo que ha sido demostrado científicamente al descubrirse que el córtex cerebral libera impulsos eléctricos un segundo después de comenzar a reír.
Los bebés empiezan a reírse hacia los cuatro meses de edad. Al reírnos, el cerebro emite una orden que provoca la segregación de endorfinas, sustancias que poseen unas propiedades similares a la morfina, aliviando el dolor, aportando equilibrio entre el tono vital y la depresión.
La risa está localizada en la zona prefrontal de la corteza cerebral, donde reside la creatividad, capacidad para pensar en futuros próximos. A medida que vamos creciendo, ganamos en madurez pero perdemos la espontaneidad de dejarnos llevar por la risa, o incluso de ver el lado positivo y cómico de las cosas. De ahí que haya veces que convenga recordar cómo reír. Existen terapias para ello, destacando la Risoterapia.
Reírse tiene numerosas ventajas, entre las que destacan:
En cuanto a los efectos a nivel psicológico, la risa elimina el estrés y alivia la depresión, incrementando la autoestima y la confianza en uno mismo. Combate miedos y fobias, así como la timidez, al facilitar la comunicación entre las personas, expresando emociones y favoreciendo la existencia de lazos afectivos. La risa alivia el sufrimiento, además de descargar tensiones, potenciando la creatividad y la imaginación.
La risoterapia es una forma de aprender a ver las cosas desde el lado positivo para poder sacar el mayor fruto a la vida y al trabajo, además de una manera sencilla de mejorar la salud, a través de emociones placenteras.
Hace más de 4000 años, en el Antiguo Imperio Chino, existían unos templos donde las personas se reunían para reírse, con el fin de encontrar un equilibrio para la salud. En culturas antiguas de tipo tribal, existía la figura del “doctor payaso”, un hechicero vestido y maquillado, que aplicaba terapias de la risa para curar guerreros enfermos.
Los talleres son participativos, tratan de sacar esa risa del niño interior de cada uno con juegos, bailes, música, etc...